
Nuestra sociedad tiende a sobreproteger o proteger en exceso a los niñ@s de las realidades más duras. Esto que en principio puede parecer bueno en muchas ocasiones no lo es ya que les impedimos conocer, experimentar y aprender a afrontar experiencias a las que más tarde o temprano tendrán que hacer frente.
La muerte de un ser querido, que es uno de los acontecimientos más dolorosos y estresantes, es una de estas experiencias, ya que, ¿quién no ha perdido a alguien al que quiere?
Los niños se preguntan, intuyen y conocen de alguna forma la existencia de la muerte y si no obtienen respuestas o éstas son confusas, elaborarán sus propias teorías. El proceso de duelo en l@s niñ@s va a estar condicionado por:
– Su capacidad cognitiva y lo que alcance a comprender sobre la muerte ya que antes de los seis años piensan que la muerte es algo temporal y reversible
– Su estado de salud en el momento de la pérdida.
– La naturaleza de su relación con la persona fallecida.
-Calidad del acompañamiento que reciba y de los recursos externos de que disponga durante su duelo.
CLAVES PARA EXPLICAR A L@S NIÑ@S LA MUERTE DE UN SER QUERIDO:
- Hay que informarles de la muerte de su ser querido lo antes posible y siempre por personas cercanas y en las que confíe, a ser posible sus propios progenitores.
- La escuela debe ser informada cuanto antes para que tome las medidas oportunas.
- Deben saber siempre la verdad sobre lo sucedido y que esta información sea acorde con su momento evolutivo y sus capacidades cognitivas y emocionales.
- Explicar la muerte en términos reales, atendiendo fundamentalmente a lo que tiene de irreversible, definitiva y final de las funciones vitales. Podemos apoyarnos en ejemplos de la naturaleza que haya visto (un pájaro muerto, un ratón, etc.).
- Ayudarle a que pueda expresar lo que piensa y siente sobre lo sucedido y aclarar todas aquellas dudas que puedan inquietarle o preocuparle.
- Algun@s niñ@s pueden tener sentimientos de culpa por lo que debemos asegurarnos que comprenden que no es responsable de la muerte del familiar o persona cercana.
- Restablecer cuanto antes su vida cotidiana y no descuidar las rutinas y los cuidados cotidianos. Es importante que sienta que su vida no se desmorona y que quienes le rodean siguen atendiéndole y cuidándole ya que esto es vital para su recuperación.
- Algun@s pueden sentir mucha angustia o sentimientos de culpa al pensar que se olvidarán del fallecido. Hacerles ver que la muerte no significa olvidarnos de esa persona ya que podemos seguir teniéndola presente a través de los recuerdos, compartiendo historias o fotos del fallecido y hacerles ver que esa persona siempre estará en nuestro corazón y en nuestra memoria. Hablar de ella con asiduidad les ayudará enormemente a elaborar su duelo.
Es importante que l@s adultos comprendamos que l@s niñ@s necesitan aprender a expresar lo que sienten, su dolor por la muerte de la persona fallecida. Nosotr@s debemos ser su modelo de aprendizaje en la expresión emocional de su dolor por lo que si negamos u ocultamos lo que sentimos ell@s nos imitarán y harán lo mismo. Y es que hay que tener muy presente que l@s niñ@s tienen derecho a estar tristes aunque a l@s adultos nos cueste aceptarlo y nos resulte muy doloroso.
En este enlace, se puede acceder a la webinar que Mª Ángeles Sánchez impartió hace unos días, sobre la muerte y los niñ@s en tiempo de coronavirus y cómo ayudarlos.