El 80% de las pymes españolas con más de 50 empleados no cuentan con un Plan de Igualdad

Por Deusto Formación

Actualmente, si hablamos de compliance o responsabilidad corporativa en términos generales, puede que no sepamos entenderlo. Sin embargo, si lo analizamos y lo llevamos a la actualidad, vemos como la corrupción es un claro ejemplo de irresponsabilidad en este ámbito. Este concepto, que a priori resulta complejo, hace referencia a la ética o responsabilidad empresarial, es decir, al conjunto de valores en los que dicha empresa se basa para llevar a cabo su actividad y su cumplimiento normativo, y con los que evita cometer riesgos delictivos que puedan ligar a la organización a estas irresponsabilidades. El incumplimiento de estos principios acarrea sanciones perjudiciales a la organización, presentadas en normativas como la norma ISO-UNE o el Código Penal.

El cumplimiento normativo de estos valores implica implementar políticas legales, económicas, sociales que favorezcan la correcta organización y funcionamiento de la empresa. Desde Deusto Formación, recalcan la necesidad de denunciar prácticas desacertadas, así como la de implementar medidas más ambiciosas e inclusivas. Un ejemplo sería de cara al incumplimiento que registran los planes de igualdad en España; puesto que el 80% de las pymes españolas con más de 50 trabajadores no cuentan con un plan en este sentido.  

Deslices más frecuentes en responsabilidad corporativa

La inclusión del compliance en las empresas es, cada vez, más frecuente, incorporando a la empresa una serie de ventajas como son mejorar la imagen y la reputación de la marca, y cuyos incumplimientos son sancionados en el Código Penal, el cual se actualiza para abarcar y sancionar estas cuestiones tanto a nivel organizacional como de los individuos en ella. 

Los casos más habituales en los que caen las empresas están relacionados con el fraude y la corrupción. Entre estos, Deusto Formación destacan: 

  • Conflicto de intereses: imparcialidad de los implicados en el resultado de un proceso de contratación o asignación. 
  • Riesgos laborales: en algunos casos, no se garantiza la seguridad suficiente en el puesto de trabajo que uno ocupa, un riesgo que ha ido al alza desde el inicio de la pandemia.
  • Blanqueo de capitales y contratos en el sector público.
  • Protección de datos: escasez de recursos destinados a garantizar la ciberseguridad propician ciberataques constantes.

Mecanismos de aplicabilidad 

Muchos de estos errores en compliance ocurren por el desconocimiento de la responsabilidad corporativa de la empresa y por no disponer de personal formado en la materia. Aunque, en otros casos, el descuido proviene por no comunicar dichas medidas y no contar con un programa de prevención de riesgos penales (PPRP), de manera que se garantice su correcto cumplimiento. Una vez diseñada la normativa, se recomienda obtener una certificación de validación internacional y acompañarla de un sistema de sanciones ante aquel que no cumpla el programa.  

Jordi Navarro, profesor de compliance en Deusto Formación, hace hincapié también en que los PPRP deben ser evaluados regularmente, y las empresas deben proteger a los que denuncien a otros compañeros, whistleblowing, que no se acojan a la normativa. Frente a esto, Bruselas advierte a España que traspase la directiva de protección de los denunciantes al territorio español. 
Desde Deusto Formación claman, que como en todo aspecto en la vida, para poder establecer un correcto uso de las cosas y analizar la situación para posteriormente tomar medidas correctivas. Por ello, ofrecen el Curso Superior de Compliance, para dotar de unos conocimientos básicos de responsabilidad corporativa, ya que como bien defienden desde Harvard: “un programa de compliance no origina ninguna consecuencia si los individuos de esa empresa no conocen ni ese programa ni sus consecuencias derivadas.”

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