Un propietario debe desarrollar la habilidad de escuchar y empatizar, y ser siempre honesto, y es necesario que tenga una buena actitud, porque si se empeña en terminar rápido, lo más probable es que ofrezca demasiado o acepte muy poco. De la forma en que se muestre una propiedad, dependerá en gran medida que se logre hacer una venta exitosa.

Los propietarios deben tomar en cuenta que “no existe una segunda oportunidad para una primera impresión”, y que preparar una propiedad para ser visitada por un potencial comprador, es como prepararse para una primera cita, por lo que es importante cuidar la apariencia física y crear un ambiente agradable con olores, iluminación y hasta música.

El éxito puede estar en los detalles La propiedad debe tomar en cuenta hasta el más mínimo detalle cuando se va a mostrar su propiedad, por lo que sugiere encender todas las luces y abrir las cortinas para lograr espacios bien iluminados, así como poner música ambiental suave, y mantener el televisor apagado. Sugiere conservar el inmueble fresco, aunque tenga que encender todos los aires y abanicos, y mantener un aroma acogedor, que puede lograr haciendo café o té de manzanilla o canela o encendiendo velas aromáticas.

Es importante, si hay niños en la casa, mantenerlos alejados, así como a las mascotas, que suelen ser una distracción o pueden causar alergias algunas personas. Considera que las paredes deben estar pintadas de colores claros para dar la sensación de mayor amplitud
y que no debe haber excesos de muebles, porque visualmente se empequeñecen los espacios. Señala que las diferentes habitaciones, sobre todo la cocina y los baños,
deben estar impecablemente limpios, con olores agradables y libres de efectos personales.

Otros puntos a tomar en cuenta, aunque muchos los consideren triviales, en mostrar una apariencia personal impecable, y ser muy puntual, por lo que recomienda estar en lugar de la cita cinco minutos antes, porque resulta muy desagradable que el cliente tenga que esperar. También es muy importante que se haga una idea de lo que realmente busca su cliente, y no le haga perder el tiempo viendo que no cumplen con sus requerimientos y necesidades. También considera que debe, en todo momento, ponerse en el lugar del comprador, por lo que el inmueble debe primero gustarle a él y luego mostrarlo.

Una serie de pequeños tips que a la hora vender pueden hacer la diferencia, como manejar los puntos negativos de la propiedad antes de que sean observado por el cliente, dejar que el comprador paseé libremente por el inmueble, permitirle que entre primero, tener la idea de las medidas de las habitaciones y lo que puede ubicarse en ellas y hacer una lista de las características de la propiedad.

Se aconseja cerciorarse de que todo funciona en la casa o apartamento, y de haber algún problema, como de goteras, humedad, puertas o ventanas deterioradas, sugerir que lo repare.